lunes, 3 de octubre de 2011

"LA PIEL QUE HABITO", LA DERMIS MÁS SUPERFICIAL DE ALMODÓVAR

La Opinión de... LEOmuñoz.
La última de Almodóvar no trasciende ni entusiasma y no piensen que van a ver, como se ha dicho por ahí, un nuevo Almodóvar con otra visión sobre el cine. Almodóvar es Almodóvar ayer, hoy y siempre, su sello es inconfundible y nunca abandonará esa forma tan particular de presentar las tramas y sus personajes casi rayando lo telenovelesco. Pasiones, traiciones, traumas, mutilaciones, grandes secretos familiares y toda una galería de sentimientos encendidos y sobreexcitados conviven cara a cara con la mas reconocible cotidianidad del espectador medio.  Ni tampoco renunciará a esa costumbre suya de introducir en el guión secuencias, sketchs o déjà vu descontextualizando la acción principal del film y a menudo discurriendo por la cuerda floja del chiste absurdo. Fue, es y será un cineasta particular capaz de servirnos en bandeja grandes películas como "Todo Sobre mi Madre", "Volver" o "Los Abrazos Rotos" y capaz de, como en este caso, dejarnos insulsos en nuestras butacas esperando algo. Esperando que Marilia (Marisa Paredes) se involucre algo más en la trama y no que aparezca como la sustituta de la voz en off que nos cuenta el pasado del protagonista, esperando que esa transición entre el personaje de Vicente (Jan Cornet) y el de Vera (Elena Anaya), pilares fundamentales del film, se muestre como el verdadero trauma que significa y no que se limita a la pura transformación quirúrgica de un hombre en mujer, ¡que desperdicio! Esperando también que la magnífica interpretación de Antonio Banderas no haya sido un espejismo al quitarle valor convirtiéndolo en un fantoche ingenuo que pretende que la fiera enjaulada se convierta en perro lazarillo como por arte de magia. Y esperando por último esos maravillosos e hipnóticos diálogos que ha regalado a personajes de la talla de Manuela (Cecilia Roth), Huma Rojo (Marisa Paredes), Raimunda (Penelope Cruz), Sole (Lola Dueñas), abuela Irene (Carmen maura), Harry Caine (Lluis Homar) o Judith García (Blanca Portillo) y que en "La Piel que Habito" brillan por su clamorosa ausencia.
En fin, un film de puro corte almodovariano, con tigrinho incluido, que se deja ver por aquellos que conocen las maneras de Almódovar pero que defraudará a aquellos que esperan el vuelco que nunca se dará en la cinematografía del manchego universal.


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