jueves, 29 de septiembre de 2011

FESTIVAL DE SAN SEBASTIAN 2011: 22 PELICULAS EN CINCO DÍAS


La opinión de... LEOmuñoz.
La verdad es que este año si que puedo hacer un balance general de lo que representa asistir a un festival internacional de cine del nivel de San Sebastián. Aunque no he podido ver la sección oficial al completo y  se me han escapado títulos como "No Habrá Paz para los Malvados" de Urbizu y "Take this Waltz" de Sarah Polley, si que los 22 títulos a los que he podido asistir me permiten tener una perspectiva más completa de lo que representa Donostia Zinemaldia para un amante del cine.
Al margen de lo que opine el jurado de este y otros festivales, que no deja de ser mas que la opinión personal de un reducido grupo de personas, nunca extrapolable a los gustos y sensaciones captadas por el resto de integrantes de la comunidad cinéfila, intentaré valorar objetivamente lo visto en la 59ª Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

En general este año 2011 ha superado con creces en calidad al año anterior cosechando un pequeño grupo de películas destacables que merecen la pena ver en pantalla grande. Comenzamos con el film al que yo hubiera dado la Concha de Oro si hubiese competido en la sección oficial, me refiero a la iraní "Nader y Simin, una separación" de Asghar Farhadi ("A Propósito de Elly" / 2009). Un film que participaba en la sección Zabaltegui-Perlas de otros festivales, y en concreto esta venía de haberlo ganado todo en la Berlinale, Oso de Oro a la Mejor Película y el Oso de Plata al Mejor Actor y Actriz. El film cuenta como se complican las cosas en la vida de Nader cuando se ve obligado a contratar a una mujer para que cuide de su padre enfermo de alzheimer al separarse de su esposa e irse a vivir ésta con su madre. Todo se derrumba cuando la hija de ambos se ve involucrada en la maraña de mentiras y manipulaciones que los adultos tejen a su alrededor, todo el mundo oculta algo en su interior por lo que avergonzarse.

Otro film muy recomendable y que me sirvió para inaugurar el festival (domingo 28 de septiembre a las 19:30 en el Teatro Principal) y la sección oficial, augurando una prometedora jornada, fue "The Deep Blue Sea" de Terence Davies, con la bella Rachel Weisz en su reparto, y muy bien acompañada por  Tom Hiddleston. La verdad es que Rachel podía haberse llevado tranquilamente el premio a la Mejor Actriz del festival al interpretar magistralmente a Herster Collier, una mujer que lleva una vida privilegiada como esposa de un juez del Tribunal Supremo, pero para asombro de todos los que le rodean deja a su marido para irse a vivir con un joven ex-piloto de la RAF del que se ha enamorado profudamente. También aposté para el premio de fotografía por este film ambientado en el Londres de la posguerra, cuya iluminación ha sido trabajada minuciosamente en cada escena, nada se ha dejado al azar y su influencia dentro del conjunto es tal que llega a convertirse en un personaje mas.

También merece mención aparte el hipnótico film de Steve McQeen, "Shame" proyectado dentro de la sección Zabaltegui Nuevos Directores y que nos cuenta el descenso a los infiernos de su protagonista, Michael Fassbender ("Hunger", "X-Men: Primera Generación"), un yuppi neoyorquino adicto al sexo, incapaz de relacionarse con nadie con el que no pueda practicar sus mas oscuras fantasías sexuales. Un film que sorprende por la contundencia de las excenas sexuales y por la interpretación del actor masculino protagonista (Copa Volpi al Mejor Actor en La Mostra de Venecia) y de la actriz secundaria, Carey Mulligan ("An Education", "Nunca me abandones", "Drive").

Cambiando totalmente de género nos pasamos a la comedia coral filmada por Julie Delpy ("Tres Colores: Blanco", "Tres Colores: Rojo", "Flores Rotas"), una de las actrices francesas con mayor proyección interncional y que se ha pasado a la no menos complicada tarea de dirección ("Looking for Jimmy", "The Countess" y "Dos Días en París") a la vez que co-protagoniza la cinta titulada "Le Skylab". Este retrato familiar esta ambientado en 1979, justo el año en que corría la noticia de que la primera estación espacial estadounidense Skylab podría caer sobre Francia en su viaje de regreso a la tierra. Esta premisa es utilizada por Julie Delpy para recrear el paso de la niñez a la madurez de Albertin, una niña de 10 años que se reúne en la época estival con toda la familia alrededor de la abuela para celebrar su cumpleaños. La maestría de Julie Delpy para rodar este film coral en el que aparecen en la misma escena y con bastante frecuencia una media de 15 actores es de admirar. No solo por lograr captar la naturalidad de un encuentro familiar masivo alrededor de una mesa, donde los comensales charlan por grupitos y la cámara pasa de unos a otros escuchando sus historias y perfilando las personalidades de cada uno de los presentes, sino también por ser capaz de plasmar una época tan añorada y fructífera (por lo menos para mi) como fue el comienzo de los 80. Y es que este encuentro familiar con sus discusiones, cánticos, chistes, problemas, rifirrares, guateques e incluso primeros amores nos radiografía minuciosamente la situación política y social de la Francia amenazada por el Skylab, aunque esta amenaza no tenga ningún rigor científico y tan solo represente el sentir de una sociedad ante el desbocado avance tecnológico que estaban presenciando. En fin, que el Premio Especial del Jurado del Festival de San Sebastián de esta edición no ha podido ser mas acertado (no ha ocurrido lo mismo con al Concha de Oro) y que realmente no se arrepentirán de ver este film cuando lo estrenen en nuestras salas, les garantizo 114 minutos entrañables, divertidos y optimistas con el núcleo familiar como centro catalizador de nuestras vidas.

La sorpresa del festival (grata, por supuesto) vino de la mano del género de animación made in Spain, que tanto talento exporta fuera de nuestro país, y que nos regaló esta joya cinéfila titulada "Arrugas" de Ignacio Ferreras, en la que se trata el alzheimer en particular y la vejez en general con una delicadeza y sensibilidad nunca antes vista. Quizás haya resultado totalmente determinante, para que el film haya calado tanto en el público, la elección del género de animación a la hora de tratar de lleno esta realidad social, que puede caer en ciertos tópicos si se hubiese rodado con actores reales. El hecho es que la película se digiere mucho mejor y el mensaje se transmite de una manera mucho más eficaz al comtemplar la soledad, la incomunicación, el abandono y el sufrimiento al que sometemos a nuestros ancianos en personajes animados que nos permiten mantener cierta distancia con un tema tan peliagudo de plasmar en un largometraje.

Dejo en el tintero, para próximas ocasiones, las reseñas de otro grupo de peliculas de las que me gustaría escribir con más pausa, por la trayectoria de sus directores y por la calidad de las películas que también se presentaron en el festival. Me refiero a títulos como la sueca "Happy End" de Björn Runge, la joponesa "Kiseki" (Milagro) de Hirokazu Kore-eda, la portuguesa "Sangue do meu Sangue" (Sangre de mi Sangre) de Joäo Canijo, la mejicana "Las Razones del Corazón" de Arturo Ripstein, la norteamericana "Rampart" de Oren Moverman y, como no, la española de Benito Zambrano "La Voz Dormida".



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