miércoles, 23 de septiembre de 2009

"WHATEVER WORKS" (SI LA COSA FUNCIONA) DE WOODY ALLEN

La Opinión de... Carlos Torres Checa (desde el festival de San Sebastián).

BIENVENIDO DE NUEVO, SR. ALLEN

Después de su periplo europeo, el Sr. Allen vuelve a Nueva York y habrá que atarle la pata a la mesa para que no salga de allí. Da la sensación de que al respirar su polución recobra la esencia de su espíritu. Esperemos que lo haya pasado bien por Barcelona, disfrutado del pan tumaca y del cava, pero yo lo quiero allí, en Manhattan.

Arranca desatada esta película en una escena sin acción: a lo Melinda, Melinda, un grupo de ociosos escucha a un verborreico personaje (Boris Yellnikoff) interpretado por Larry David, del que enseguida conocemos sus dos maldiciones: su elevado coeficiente intelectual y su misantropía. La cantidad de frases antológicas que suelta por esa boquita en apenas un par de minutos nos deja anonadados. Y uno, sin mando a distancia para darle al pause y apuntar tanta genialidad seguida.

En otro par de trazos se nos define como judío, ateo, hipocondríaco, maníaco, pesimista irredento y suicida fracasado. En fin, una joyita. Por supuesto, no hay quien le aguante, hasta que se topa literalmente con la bella, inocentona y paleta Melody St. Ann Celestine (Evan Rachel Wood). A pesar de sí mismo, se deja vencer y reencuentra el amor donde menos lo esperaba. A partir de aquí, se desparrama una curiosa galería de personajes que aportan momentos realmente hilarantes.

Y al final... pues te ves la película que ya no doy más pistas. El mensaje va en el propio título: Cualquier decisión que tomes estará bien si la cosa te funciona, aunque para los demás pueda significar una aberración. La felicidad es lo único importante.

En la parte técnica, simpleza y efectividad. Un par de interiores y la terraza del bar de Brooklin. Movimientos justos de cámara y dominio absoluto del diálogo sobre la acción. El A, B, C de Allen. Pero no necesitamos nada más. A partir de aquí, sólo comentaros que me alegró enormemente el retorno del cáustico, cínico y preclaro Woody Allen. Me queda la duda de lo que pueda haber aportado Larry David al guión y a los diálogos. Me huelo que este caballero no puede conformarse con una mera interpretación. Sea lo que sea, me quedaron ganas de más colaboraciones entre estas dos figuras del espectáculo.

Woody Allen amenaza a partir de ahora con (levanto la ceja) rodar en Londres y contar con Carla Bruni para un papel. Lo dicho: con la pata atada, en Manhattan y con sus sorprendentes actores desconocidos. / ficha técnica

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