martes, 30 de junio de 2009

VALS CON BASHIR, ARI FOLMAN


DIRECTOR: Ari Folman
GUIÓN: Ari Folman
MÚSICA: Max Richter
MONTAJE: Nili Feller
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: David Polonsky
DIRECCIÓN DE ANIMACIÓN: Yoni Goodman
PRODUCTORA: Coproducción Israel-Alemania-Francia; Bridgit Folman Film Gang / Les Films d'Ici / Razor Film / Arte France / ITVS International
PAÍS: coproducción de Israel, Alemania y Francia
DURACIÓN: 87 minutos
AÑO: 2008
GÉNERO: Animación. Drama. Biográfico. Bélico
WEB OFICIAL: http://www.golem.es/valsconbashir/

Sinopsis:
La historia comienza en un bar, cuando un amigo le cuenta a Folman una pesadilla que se le repite. Ambos creen que está relacionada con una misión que realizaron durante la primera Guerra del Líbano.
Folman se da cuenta que no recuerda nada de lo que vivió en aquella guerra, por lo que decide tratar de recuperar su memoria. Para ello, comienza a ver a los compañeros que con él vivieron esos momentos. Es una película sobre la memoria, pero también contra la guerra. Sobre los traumas y los dramas, sobre la realidad y la fantasía. Hacemos el viaje con el director en su particular redención.

El director:
Tras finalizar su mili Ari Folman decidió realizar su sueño de recorrer el mundo, pero ya en el segundo país que visitó se dio cuenta que no era lo que quería hacer. Se instaló al sudeste de Asia y comenzó a escribir cartas a sus amigos, inventándose ese viaje alrededor del mundo que nunca realizó. Así descubrió que quería ser cineasta y comenzó sus estudios.
Su primera obra fue un documental que realizó en 1991, Comfortably Numb. En él cuenta, de modo cómico, la experiencia de sus familiares durante los ataques de los misiles iraquíes en la Guerra del Golfo. Con este trabajo ganó el Premio al Mejor Documental del Año. Y desde entonces, hasta 1996 trabajó para la televisión de su país, realizando varios documentales.
En 1996 escribe y dirige Clara Hakedosha, basada en una novela checa, de Pavel Kohout. Esta incursión en la ficción fue premiada en Israel, a Mejor Película y Mejor Director, y recibió el Premio del Público en el Festival de Berlín. Después de esta película realizó series documentales de éxito.
Su segunda película de ficción llegaría en el año 2000, Made in Israel, en tono futurista sobre la búsqueda del último nazi. Y su incursión en el mundo de la animación llegó en 2004, con otra serie documental, titulada The Material That Love is Made of.

Los personajes:
Ari Folman, el director de la película, es el protagonista de esta historia. Recuerda la Guerra del Líbano de 1982 en la que participó.
Miki Leon como Booz Rein-Buskila, un veterano de la guerra que tiene pesadillas.
Ori Sivan es un cineasta israelí, amigo de Ari Folman y con quien dirigió dos películas.
Yehezkel Lazarov como Carmi Cna'an, un veterano israelí de la guerra con el Líbano y compañero de Folman. Actualmente reside en los Países Bajos.
Zahava Salomon una psicóloga que investiga en el campo de los traumas psicológicos.
Ron Ben-Yishai es un periodista israelí. Fue el primero en cubrir la masacre de Sabra y Chatila.
Dror Harazi Durante la Guerra del Líbano de 1982 comandó una brigada de tanques estacionados fuera del campamento de refugiados de Chatila.

¿Por qué esta película en animación?
El propio Ari Folman nos lo explica Si pienso en los temas de la película, diría que trata sobre la memoria, sobre la memoria perdida, sobre la represión, sobre adónde van nuestros recuerdos cuando los reprimimos, ¿siguen viviendo con nosotros? Trata sobre los sueños, sobre las alucinaciones y lo subconsciente, sobre todas esas cosas que sólo podemos dibujarlas... Por eso para mí era como acercarse a un mundo de una completa libertad cinematográfica, y espero quedarme aquí.

La técnica:
La animación utiliza un estilo inventado por Yoni Goodman en el Bridgit Folman Film Gang en Israel. La técnica usada a menudo se confunde con el rotoscopio (=”es un dispositivo que permite a los animadores diseñar imágenes para películas de animación. Puede ser usado para animar siguiendo una referencia filmada en vivo. Pudiendo ser considerado un precursor de la técnica de captura de movimiento digital”), pero en realidad aúna el uso de Flash, animación clásica y momentos de 3D.

¿Por qué este título?
El título sorprende, pero su explicación está en la misma película. Se trata de una escena en la que el comandante de la unidad de infantería, coge una ametralladora y comienza a disparar, casi a modo de baile, a los francotiradores que les habían rodeado. El lugar está lleno de carteles con el rostro del político libanés Bashir Gemayel.

La Historia:
Ari Folman participó en 1982 en la Primera Guerra del Líbano (también conocida como Guerra del Líbano de 1982). Contaba con solo 19 años, y era soldado de infantería en las Fuerzas de Defensa de Israel.
Esta guerra comenzó el 6 de junio cuando Israel invadió el sur del Líbano con el objetivo de expulsar a la OLP (Organización para la Liberación de Palestina). Fue la respuesta al intento de asesinato del embajador israelí en el Reino Unido (Shlomo Argov).

La masacre de Sabra y Chatila fue una matanza de palestinos que tuvo lugar en estos dos campos de refugiados (situados al oeste de Beirut), a manos de la falange libanesa. Se considera a Israel el responsable indirecto, ya que sus tropas estaban en el Líbano, y no hicieron nada por evitarlo. Esta masacre ha sido calificada como acto de genocidio, por la Asamblea General de Naciones Unidas.

Premios:
2009 Globo de Oro. Mejor Película de habla no inglesa.
Nominada al Óscar, al BAFTA, a la Palma de Oro de Cannes como Mejor Película de habla no inglesa.
2008 premiada por el Gremio de Guionistas de América (WGA) a Mejor Guión Documental.
César a la Mejor Película Extranjera
Cautivó a la crítica y al público en la pasada edición del Festival de Cine de Gijón, y estuvo nominada a cuatro premios de la Academia Europea.

Críticas:
"Impresionantes dibujos, un portentoso claroscuro para dibujar la memoria, o la falta de ella" E. Rodríguez Marchante, del Diario ABC
"Desde la demoledora escena inicial Folman ha conformado una película única por su novedosa mezcla de formatos y géneros, y por su apabullante capacidad para evocar la realidad del drama mediante elementos nada realistas" Javier Ocaña, para el diario El País
"Lo mejor: La variedad de recursos, incluyendo homenajes cinéfilos como el de Apocalypse Now, dentro de la unidad estilística” Francisco Marinero, periódico El Mundo
“No puede negarse que la decisión de realizar una película de animación cuyo tema es la memoria es tan elemental como atrevida.” Cahiers du Cinéma.
“Tiene la fuerza de las obras muy personales, nacidas de ninguna parte, y que demuestran que el cine no deja de reinventarse.” La Croix.
“No es solo una poderosa película antibélica, sino una condena moral de la conducta israelí en la época.” Screen International
“Unos toques surrealistas, oníricos, usados con cuidada moderación, convierten la película en extraordinaria.” Variety

SIGUE LEYENDO

lunes, 29 de junio de 2009

LISBETH SALANDER: LA MUJER QUE LIBERÓ A SU GÉNERO

La opinión de... LEOmuñoz.

"Millenium 1: los hombres que no amaban a las mujeres" es la última adaptación de una novela llevada al cine. Como el título indica es la primera parte de una trilogía creada por el fallecido Stieg Larsson, cuyo primer volumen salió a la luz justo después de su fallecimiento de infarto a los 50 años de edad (1954-2004). Como siempre que se adapta una novela para el cine nunca llueve a gusto de todos, sobre todo para los profesionales de la lectura que pretenden encontrar en el film todo lo que imaginaron en su cabeza cuando leyeron la obra. Debo recomendarles que seguramente verán en pantalla la interpretación personal de lo que el director imaginó en su cabeza, con lo que podría haber tantas interpretaciones distintas como directores abordasen la historia. Bueno, salvando disquisiciones engorrasas sobre este tema abordemos lo interesante de esta historia en la que un reputado periodista sueco, Mikael Blomkvist (Michael Nyqvist), es contratado por Henrik Vanger, perteneciente a uno de los clanes capitalistas más importantes del país, para que investigue la extraña desaparición de su sobrina hace 40 años. Esta escueta sinopsis es suficiente para hacernos una idea del thriller que podemos encontrarnos, matizando que se trata de cine europeo (concretamente sueco) al estilo americano, con un best seller de por medio pero con escenarios más cercanos a nuestra europea forma de vida, con periodistas, tramas sociopolíticas, racismos (nazismo), machismo, asesinatos en serie sin resolver, tecnología informatizada, traumas y codicia. Ahora agitamos todo esto bien mezclándolo con unas gotas de estética ciberpunk (light) y añadiendo un correcto guión para obtener un buen thriller taquillero que deja un buen sabor de boca. Pero catando con detenimiento este magnífico cocktel detectamos al tragar ese ingrediente mágico que se convierte en el verdadero centro de atención del film, ese maravilloso personaje llamado Lisbeth Salander (Noomi Rapace ) que irrumpe en el film para machacar todo tópico malsonante y liberar a la mujer de su estigma de sexo débil. Es necesario que las Lisbeths, Tenientes Ripleys, Saras Connors y demás luchadoras contra el sistema que ha encadenado y sigue encadenando a la mujer bajo el yugo divino del sexo opuesto rompan sus cadenas y liberen tanto prejuicio inútil arrastrado desde civilizaciones ancestrales dominadas, casi siempre, por religiones opresoras que se creen con el poder de dictar normas de conductas que limitan la mente humana. Habrá quien simplemente vea en Lisbeth un personaje creado para encajar en la cibernética modernidad del siglo XXI, pero solo hay que aislarla de la pirotecnia envolvente del film para darse cuenta de que su condición de mujer atormentada por su padre, maltratada por su agente social, su profesión de hacker informática prestando servicio a la policia, su libre condición sexual y su particular y rompedora imagen personal, ha creado a una mujer capaz de luchar contracorriente superando por si sola todos los obstaculos que el hombre le ha puesto. Ella es capaz de servirse de lo necesario para satisfacer sus necesidades, incluso se sirve sexualmente del que nos muestran como protagonista.
Quizás en sociedades culturalmente avanzadas como la nuestra esta reivindicación de mujer luchadora pueda sonar yá a tópico pero no quiero ni imaginar como pueden catalogar a Lisbeth Salander en países en los que la mujer es un mero objeto decorativo que incluso tiene que tapar su rostro. Paradójicamente Salander, en ocasiones, oculta su rostro trás su capucha o su flequillo con la diferencia de que nadie la obliga a mostrarse así.

SIGUE LEYENDO

viernes, 26 de junio de 2009

EL EFECTO KULECHOV Y EL FESTIVAL CORTEN 2009


Es la décima edición del festival de cortometrajes en Calahorra y es la segunda en la que nosotros colaboramos. Nuestra participación consiste en visionar todos los cortos presentados a concurso (este año han sido 210) y, de estos, seleccionar los 24 mejores para la proyección que se realiza en agosto. En total somos seis personas las que los vemos y nos ponemos de acuerdo en la selección final y el orden en el que serán proyectados (hay que tener en cuenta no poner todos los cómicos un día y todos los dramáticos otro, sino ir alternando para encontrar un equilibrio).

Así que nos juntamos con dos personas de la asociación La Claqueta y cuatro de El Efecto Kulechov y seleccionamos los cortometrajes que vosotros podréis visionar en la terraza del Cafetín. Esperemos que disfrutéis de la selección que hagamos, de momento estamos viendo (y sufriendo en algunos casos) todos los cortos presentados. Esperamos que esta décima edición esté a la altura de las expectativas de los asistentes, y que un año más disfrutemos del buen cine en breve metraje.

SIGUE LEYENDO

CINE SUECO

La opinión de ... Eugenia Casas
El cine va por oleadas, lo mismo les da a las productoras por las películas bélicas, o de catástrofes, invasiones extraterrestres, magia…
Quizá en una gran ciudad donde hay mucha oferta de salas, estas modas se diluyen, pero en ciudades como Calahorra en la que el cine comercial gana por goleada, se hacen más evidentes.
Es curioso que en poco tiempo hayan llegado a nuestras pantallas dos películas de producción sueca: “Déjame entrar” y “Millennium 1, los hombres que no amaban a las mujeres”. Pero es una de las pocas cosas que tienen en común, además de estar basadas ambas en sendos libros, compartir paisajes lejanos y desconocidos, como desconocidos son sus intérpretes.
Mientras “Millennium…” se ha vendido por el hecho de estar basada en el best-seller de Stieg Larsson, “Déjame entrar” llega por méritos propios. Pero en las dos aparecen personajes muy atractivos. Y aquí está la cuestión: ¿por qué vamos a ver una película?, ¿qué queremos encontrar en ella?, ¿con qué queremos identificarnos?, ¿qué nos atrae de unos personajes tan alejados de lo cotidiano como ocurre con las protagonistas femeninas de ambas películas?.
Sé que esto es un blog de cine, aunque parezca más un comentario psicológico o sociológico, pero eso es lo bueno del cine, que nos crea un debate, nos aporta nuevas visiones, nos hace cuestionarnos a nosotr@s mism@s y a nuestra sociedad.
En “Déjame entrar” es una vampira eternamente joven, de trece años, enamora a chicos de su edad, los cuales van envejeciendo junto a ella. En “Millennium…” es una joven hacker, de imagen post-punk, que vive en su mundo, intentando pasar lo más desapercibidamente posible.
Ambos personajes nos atraen magnética e insospechadamente. Las dos saben lo que quieren y saben cómo conseguirlo. A pesar de su violencia interna se hacen querer, ¿por qué?, ahí dejo la pregunta para las personas que las hayan visto.
Desde el punto de vista cinematográfico “Millennium…” tiene muy poco que destacar, narrada “a la americana” (el lenguaje más universal, acompañando al boom mediático del libro) y de un modo muy fácil, más bien simplista y nada elaborado (calculo que todo lo contrario a cómo está escrito el libro, que confieso no haber leído todavía, pero que me ha recomendado el 100% de las personas que conozco asidu@s a la lectura).
Sin embargo “Déjame entrar” tiene sello de autor, sello sueco. Creo que jamás se ha visto una película de vampirismo en la que se utilicen tantos planos en los que el color blanco es el protagonista. Su ritmo pausado en cuanto a duración de planos o movimientos de cámara nos lleva por la vida tranquila de jóvenes preadolescentes, contrastando con planos rápidos y de gran dureza, asociados a las “muertes necesarias”. Un lenguaje nuevo es posible en un género que parecía ya agotado…
Cine sueco, en realidad una excusa para hablar de estas dos películas.

SIGUE LEYENDO