martes, 17 de marzo de 2009

GRAN TORINO



La Opinión de... Marta Kulechov. A través de una presunta sencilla y lineal trama, en su última película Clint Eastwood va tratando temas que a todos nos preocupan. La vida, la muerte, las relaciones familiares. Cómo a veces tienes más en común con alguien aparentemente dispar a ti, que con tu propia familia. En esta era de la globalización en la que tenemos a nuestro lado a gente de distintas culturas, realmente no los comprendemos, pero solo es hasta que nos acercamos a ellos. Si superamos nuestros prejuicios veremos que hay algo más que nos une.
A través de una amistad surgida de un intento fallido de robo, nos adentramos en una espiral de sensaciones, de relaciones, de risas, pero también de drama. Un drama crudo y directo, que termina con la redención de los fantasmas, que escrupulosamente, ha guardado Walt (Eastwood) en su interior. Pero no a través de la religión, tal como intenta el joven cura a lo largo del film, si no a su modo. Tal vez esa es la clave de la película: encontrar su propio modo de perdonarse a sí mismo.


Como actor ha sabido trasmitir la profundidad del personaje. Un héroe, que no busca serlo, y que vamos comprendiendo conforme avanza la historia. Un anciano gruñón y testarudo, terriblemente entrañable, y sobretodo humano. Muy humano.
Me sorprende de esta historia lo patente que queda nuestra necesidad de héroes. Gente normal que en un momento clave sabe actuar, reacciona del modo adecuado. La necesidad de modelos a seguir en los que apoyarnos para enfrentarnos a nuestros miedos.
Parece ser que Clint Eastwood se retira de su vida delante de las cámaras, si así es, ha finalizado su carrera con su mejor interpretación. Pero esperemos que podamos disfrutar de su labor tras las cámaras durante mucho más tiempo.

1 comentario:

  1. No te preocupes que aunque Clint Eastwood tiene 79 añitos ya está rodando "The Human Factor", con Morgan Freeman y 'Jason Bourne', es decir Matt Damon.

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