"QUEMAR DESPUES DE LEER", LAS PARANOIAS DE LA AMERICA ACTUAL

La opinión de... LEOmuñoz. Los hermanos Coen siempre se han caracterizado por crear un cine muy personal dotado de un cinismo camuflado en personajes que rayan lo absurdo. Siempre han huído del cine político aunque sus guiones son capaces de desnudar al más insigne de sus compatriotas. En "Quemar Después de Leer" abordan esta fórmula con su gracia burlona más satírica, todos y cada uno de los personajes que aparecen en el film abordan los temas que más preocupan al americano medio del siglo XXI. Las operaciones estéticas, el divorcio,
los encuentros de pareja por internet y la malsana costumbre del estado americano por espíar la vida de sus ciudanos son las cartas que los Coen ponen sobre la mesa, con el suficiente ingenio como para no caer en la ridiculez. Quizás el espectador medio, que acuda a una sala de cine a ver esta comedia y no sea consciente del tipo de humor que profesan los hermanos Coen se aburra irremediablemente, sobretodo si acude por el reclamo de los Pitt y Clooney. En mi caso no es el cine de los Coen que más me estusiasma, refiriéndome al género cómico que practican, aunque nadie negará la magnífica galería de personajes que para este film nos han regalado. Desde un magnífico Brad Pitt, en un registro poco explotado en su carrera, recordándonos a ese loco esquizofrénico de "12 Monos", hasta el magnífico diálogo de besugos entre el jefe de la CIA (J.K. Simmons) y su agente informador. Destacar a un Clooney que ya campa a sus anchas dentro de este tipo de personajes y que, como él mismo promulga, completa lo que ha llamado "la trilogía de los idiotas" de los hermanos Coen: "O Brother" (2000), "Crueldad Intolerable" (2003) y "Quemar después de leer" (2008).